No me fui, me echaron. Y les da igual...

No es fácil. No lo fue desde el principio. Y cada vez es peor.
¿Quién puede siquiera plantearse volver a casa con la que está cayendo en España?.

Llevo ya seis meses fuera, en Inglaterra. Sobreviviendo.
Es un país caro, con un tiempo horrible, y una cultura que, para que nos vamos a engañar, no acaba de convencerme.


En su momento, - cuando la televisión en la que trabajaba decidió cerrar y me convertí en uno de los ahora 6.202.700 parados del país,- fue la única vía de escape posible. Lo quise ver como una oportunidad. El momento de emprender una aventura que nunca había tenido tiempo de vivir y el único modo de mejorar mi inglés.
No quise pensar que me estaban echando de mi país.- Ingenua de mi.- Mi idea siempre ha sido volver. Poder trabajar de nuevo alli como periodista. Asentarme y VIVIR de verdad, con un sueldo digno y haciendo lo que me gusta y para lo que me he estado formando toda mi vida.
La idea era esperar a que pasara el temporal y entonces regresar. Fácil.

Desde luego, a estas alturas de la película, se que no será así. La tormenta sólo acaba de empezar.
Es triste ver cómo la cosa cada vez va a peor. España se derrumba y a los que se supone que deben, o pueden, hacer algo por levantarla les importa un carajo. Y nos siguen diciendo que hacen lo posible  -recortar educación, recortar salud, recortar DERECHOS- y que este año 2013 será "menos malo" que el anterior. Se ríen de nosotros. De los que formamos parte de esa cifra de desempleados que, desgraciadamente, va a seguir creciendo sin remedio. Se ríen de todos.

Ya me he dado cuenta de que no me fuí de mi país, que sí que me echaron. No sólo a mi. A miles de jóvenes preparados. Y que les da igual. Y lo peor de todo, que están haciendo que no queramos o podamos volver nunca. Porque no hay futuro.

Tampoco nosotros hacemos nada. Los políticos españoles nos toman por idiotas. Yo, a veces, pienso que con razón. Que un poco ´borregos´si que somos. Me da rabia. Ayer mi profesora de inglés, después de ver la noticia del paro y la maldita cifra en la BBC, me preguntaba a qué esperamos para empezar una revolución. Yo también me lo pregunto.

Mi etapa en Brighton se acabará en un par de meses. Haré mi examen de inglés y me colocaré otro título más debajo del brazo. ¿Para qué? Aún no lo tengo muy claro.
Mi mayor preocupación ahora es pensar cual será mi próximo destino. Ya he empezado a enviar curriculos donde pienso que, quizás, valoren mi formación y mi trayectoria profesional y quieran darme una oportunidad. Tengo varias opciones, pero España no está entre ellas.